domingo, 9 de octubre de 2011

Introducción a una masacre anunciada.

Conceptualiza y vencerás. Acuñar el concepto al fenómeno es, por así decirlo, apropiarse de el, fragmentar las esencias (características) del fenómeno al entendimiento humano. Se pretende conocer al fenómeno para moldearlo y usarlo como utensilio en las prácticas humanas. La historia del hombre gira en torno a esta forma de proceder.

Conceptualizar, o mejor dicho, individualizar el fenómeno y sus características para mejorar la minucia en la investigación, se vuelve también método de la alienación de los sujetos de una comunidad.

Uno de los retos de la revolución es la lucha contra el idealismo, tendencia filosófica productora de abstractos argumentos retóricos. El idealismo falla en su intento de adherir accidentes* de la historia humana pasada (historia dominada por la jerarquización social) como fundamentos en la naturaleza del devenir de la historia. O sea, ideas fundamentales en el antiguo sistema dominador-dominado, como la propiedad privada o el derecho lucrativo, se convierten en bases jurídicas, religiosas, etc. para la composición social. Otra característica del idealismo es su desglose argumentativo nacido de nociones que suponen tendencias a priori presentes en el mundo, en la personalidad humana, la sociedad y eventualmente en la historia de los hombres. Esta comprensión del universo limita la conceptualización y las facultades científicas y tecnológicas de mentalidades influenciadas por la doctrina idealista, puesto que algunos principios de lo que es o no es políticamente correcto, gozan mas de autoridad que de verdad, aun siendo estas ideas impedimentos para el desarrollo humano, como por ejemplo, para el suicidio, el aborto, la clonación, la unión homosexual o la revolución socialista. 

* Accidente en el sentido aristotélico.

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